Reconstrucción








       Ante la mirada penetrante y el aliento atroz y sofocante de Mac Pont, Oscar ("Oscarcito en el colegio) prefiere ceder el balón con un pase al ras del suelo a su compañero del equipo. Este la amasa suavemente con su pierna hábil cambiando el trayecto, llevándose consigo atras el primer enemigo.
   
 En la tribuna, Steve, mira su reloj que marca las quince y treitaiun minutos, cuando pierde la visión del enganche rioplatense que avanza cómodo ante la salida débil e ingenua de los dos mediocampistas ingleses (ex stripper y ex bombero).

      El volante defensivo, Hoddle -holandés nacionalizado- advierte que durmió poco (cuatro horas cuarenta segundos), cuando se percata que el casi diminuto argentino lo elude con la zurda, con un quiebre de cintura veloz, impertinente.

Desde la platea rojiblanca, David Flowers, metereólogo aficionado, ve el desarrollo de la jugada y se le obnubila la visión (no es excusa, debe hacerse gafas cuanto antes) y advierte un viento fuerte que mueve el techo y dibuja una ola en la cabellera de aquel atrevido petiso, oriundo en Fiorito.

Como una avestruz, el 10 toca el balón por sexta vez en un ángulo de 60 grados dejando inerte a Reid (se ha excedido en el gulash del almuerzo), mientras avanza por un costado Jorgito ("Lija" por su pasado albañil), creyendo, estúpido de él, desembocar la pelota en el centro del campo.



Sansom, mira con odio. Mide la distancia entre las piernas del mediocampista y el balón. Fija la vista sale a buscarlo. Estira la pierna y una nube en el pensamiento lo absorbe. Miles de agujas parecen inyectarse en su abdomen. . No comprende. Una voz débil, aguda le habla. de pronto recuerda a su doctor de cabecera diagnoticándole doscientos sesenta de colesterol, a pocas horas de tomarse el vuelo a México. Mal dice en mil idiomas. El enganche, ha desaparecido atrás de el cuando recupera el aliento.














Fenwick

Shilton,






Alicia y Bety


Bety- ¡Que tarde que viniste!  ¿Trajiste el diario?
Alicia- Si, como lo voy a traer.
Bety- A ver, che que me pongo los lentes. Estoy que no veo un pomo; el otro día me tragué un bicho bolita pensando que era una arveja.
Alicia- Hablando de patearla, vamos a ver que tenemos. El de la semana pasada…
Bety-¡Que la boca se te haga a un lado!
Alicia- - Dios quiere tendremos más suerte.
Bety- “Hoy conmemoramos a nuestro querido padre, abuelo y hermano nuestro: Juan Sholem…
Alicia- Apa! Interesante... ¿Dónde dice?
Bety-  Yrigoyen 4846.
Alicia- San Isidro, me gusta. Tengo buenos presentimientos. ¿Qué hora es?
Bety- 13:50.
Alicia- Vamos igual…
Bety- ¿Tenes monedas?
Alicia- Lo justo para la ida.


Se levanta una tormenta. Relámpagos.

Alicia- Ya casi estamos
Bety- Los guardias son cada vez más sonsos. Fácil engañarlos…
Alicia- Una ya no puede divertirse siquiera con éstos.
Bety- Presiento dónde está la condolida…
Alicia- La de vestidito violeta con el sombrero debe ser la hermana. Me voy para la mesa. Agarrate los de miga.
Bety- Para el lado del ropero tiene que haber algo.
Alicia- Le falta glamour. La crisis los afectó. Se hace difícil así.
Bety- Ni la viuda tiene un anillo decente.
Alicia- Me parte el alma...
Bety-¿Donde quedó el doble apellido?


Se van acercando en la cola

Alicia- Lo que es el paso del tiempo. Antes me ponía nerviosa; el contacto. Tal vez una se va amansando, tomándole el gusto a la profesión.
Bety- A ver que tenemos. Vamos a meterle.
Alicia- Decir que estoy resfriada, (Aspira)  Esperate un ratito. Se huele bien, te digo.
Bety- A ver, a ver que tenemos por acá (Huele más profundamente)
Alicia- ¡Upa, que caripela! Le hizo un favor a la mujer...
Bety- Si hubiese sido por mí, solo lo dejaba salir para pagar los impuestos.
Alicia- Algo tenemos que rescatar.
Bety- Que le vamos a sacar a éste pelmazo.Mirale el vestido que tiene la mujer.
Alicia- La verdad que tenés razón.
Bety- Menos mal que tenemos lo de miga y los canapé.
Alicia- Los de palmito no tienen desperdicio.
Bety- Me estoy concentrando...
Alicia-¿Qué sucede?
Bety- -¡Lo tengo! 1954.
Alicia- Decir que estoy resfriada es…
Bety- No, no, no 1956. Se siente en los pómulos. Ese hombre exuda libertad, vigor.
Alicia- ¿Cómo que no? Es 1954.  Su mejor punto.



Carta a Mamá


Te escribo para felicitarte por tus 50 años y desearte muy buenos augurios.
Ante la propuesta de tu amiga Patricia de escribirte y mandártela a través de ella; no me indico cuanto, como, ni que debía escribirte, solo atinó a dar una idea y se limpió las manos.

Es notorio que es Profesora de Geografía y no de lengua y Literatura, sino bien que nos podría haber aconsejado. Menos mal que no se puso hinchapelotas con el tema de la importancia de adquirir conocimientos geográficos, la fauna, la flora, sino estaría escribiendo en un mapa de Europa con división política como un pelotudo, si me permitís la jerga vulgar.
Por nuestra parte nos encontramos bien, aunque algo atemorizados por el tema de tener que escribirte, debido a la extensión que caracteriza al formato.

Bien sabemos que tu marido  y yo somos hombres de pocas palabras. El día de mañana pasará tu amiga y aun no hemos escrito absolutamente nada. No es de temer que Papá escribirá algo, tal vez algo de su conveniencia, como un telegrama. Supongo que seria algo así:

“Felicitaciones. Pasto Alto. Plantas florecen. Llueve continuo”

Y a la mierda, a otra cosa mariposa. Nada de anécdotas aburridas, o de modificadores indirectos al reverendo pedo. Siete palabras dignas de una síntesis y una coherencia narrativa que ningún pueblo indígena logró inventar. Veremos como se las arreglará.


Otro punto a destacar en estos días que han transcurrido es la comida: me la paso quejando de que le falta sal o condimento a la mayoría de lo que comemos, y Papá insiste en que le puso. Al menos deberíamos cambiar el nombre de las comidas para tener al menos una referencia de lo que el cuerpo va a ingerir.
Ejemplificando: “Arrollado sin condimento al escarbadiente”, “Papa al pelar con ligera cocción”, “Agnolotti con salsa abstracta”. Pero también es sabido que tu cónyuge no tiene un paladar muy digno que digamos; no logra diferenciar una tarta de zapallitos de una fondue de chocolate.

Para concluir te felicito nuevamente, que la pases bien en tu cumple y que disfrutes tus vacaciones.



Te quiere,


José

Diferencias entre la UBA y la UADE


UBA:
1- El 13% logran recibirse

UADE:
1-Solo el 75% de los ingresantes


UBA:
2-Todos los años se inscriben miles de
estudiantes

UADE:
2-Se inscriben con miles


UBA:
3-El traspaso del secundario a la UBA
es abrupto

UADE:
3-Apenas se diferencia del Jardín.


 UBA:
4-Hay que estudiar la bibliografia de la A a la Z.

UADE:
4-Te enseñan el abedecedario.


Mochileros





Jueves 21

Luego de infinitas horas, llegamos San Rafael, Mendoza.
Despachamos las mochilas y nos encaminamos hacia la oficina de la Secretaria de Turismo. En la oficina nos encontramos con Sebastián y Nicolás (por un lado) y Marina y Cintia. Sin saberlo, emprendimos juntos viaje a Valle Grande y comenzamos nuestro recorrido por Mendoza; provincia caracterizada por sus canales de riego en las veredas, clima seco,  montañas, y gente cálida y amable (al menos con los turistas)
Tras el viaje en colectivo, llegamos al camping que nos habían recomendado. 



Acampamos y fuimos a conocer la represa de Valle Grande, denominada el "Gran Cañón del Athuel", donde subimos por una de las empinadas montañas. Le comenté a Pablo, mi amigo,  lo hermoso que me parecía, con sus montañas en un color rojo en degradé, en desnivel con los valles que, confrontados con el río y el lago, conformaban un paisaje paradisíaco.
            No me escuchó un sorongo porque estaba tirando piedras como loco por la barranca.
Sinceramente me reventó que no me haya escuchado. Sebastián le dijo que tuviera cuidado. Nico le dijo que era un pelotudo, que casi le sacaba un ojo a un turista.
           
           


Viernes 22

De regreso comenzaron los preparativos para el asado; no habíamos comido desde nuestro arribo.

En menos de una hora, todo estaba listo para servirse. Lejos de toda caballerosidad, nos abalanzamos sobre la comida como desaforados, sin conversar en absoluto, iluminados por la escasa luz que brindaban las linternas.
           
Horas después, se apreciaban lo que se fue desparramando a lo largo de la batalla: grasa de vacío, costillas, lechugas, pulpas de tomate, caracú, paté de fóe.
En busca de saciar mi apetito me liberé de los cubiertos y comencé a comer con las manos, como un indio tehuelche desposeído. Con una mala maniobra, torpe de mi parte, volqué uno de los bols de las ensaladas y cayó en la lona que hacía de mantel. Me lo comí sin remordimientos.
Confundiéndolo con las arvejas me comí un bicho bolita. Maldije por mis adentros y me fui a dormir sin despedirme, de la rabia que tenía.
           

Sábado 23

En verdad no me sentía cómodo durmiendo en carpa. A la mañana siguiente le comenté a Pablo: "No aguanto más, no duermo bien. Me siento contracturado y siento que me pica todo el cuerpo"
"Lo de la picazón es psicológico..." me dijo despreocupado.
Cuando me saqué la remera, tenía cuatro hormigas coloradas prendidas como garrapatas sobre mi espalda.       



Por otra parte me alegraba saber que había química en el grupo. Me había dado cuenta por lo que me había propuesto Nico.
"Deberíamos volver a juntarnos alguna otra vez"
Le respondí que me parecía una buena idea, que en cuanto me dieran las vacaciones, nos hacíamos una escapada.
El dió una breve pitada y me dijo decepcionado:
"Aunque como en el cine, las segundas partes no son buenas. Como Jurassic Park 2"
Le mentí, asintiendo con la cabeza como los perritos que cuelgan en los taxis.
             Tiempo atrás, en casa de mis tíos, estaba viendo la tele junto con mi primo de ocho años y pregunté si se trataba del éxito de Steven Spielberg y me respondió: "No, salame. Son los Muppets". De veras, me sentí un verdadero idiota.
           

            Señalé que había química en el grupo porque a la noche fuimos a un bar de los más piola llamado "La Barra", y en el regreso, bajo los efectos turbios del alcohol, el grupo se había dispersado. Al llegar al camping había perdido de vista a Marina.
 A la mañana siguiente le pregunté donde se había quedado.
"Sacando fotos a la represa"-respondió-.
Sabía que se había quedado con Seba. No es por hacer alarde de mi inteligencia, pero desde chico siempre tuve poder de intuición, sentido común, por citar alguna de mis varias cualidades. Tal vez lo advertí porque la noté algo insegura al responder, o por haber fruncido levemente las cejas.

O tal vez, porque la última vez que los vi juntos estaban a 18km de la represa, desde donde con el camino empinado son como 30 horas a pie.


Domingo 24

Finalizado nuestro recorrido por Valle Grande, el grupo decidió emprender nuevo rumbo hacia Río Nihuil, que queda en la ciudad de Malargüe. Con suerte, lograríamos conseguir alojamiento sin reserva.
     
Tras varios intentos en vano de hacer dedo para que nos llevaran al dique en vano, logramos parar una camioneta que tenía un cartel que señalaba "Taxi-Flet".
Son una especie de remises doble función, donde te pueden llevar a la "Caverna de las brujas" y conocer las famosas estalactitas y estalagmitas, o transportar cincuenta kilos de salchichón primavera y vino patero.

Intentamos meternos al río pero, desgraciadamente, unos lugareños nos hicieron señas para que saliéramos ante el peligro que nos llevara la corriente. Luego, tras hacerme el tonto repetidamente y fingir dolor de oídos, decidí salir del agua finalmente.
Conocimos un criadero de truchas, compramos merluza para cocinar a al noche, sacamos fotos, tomamos unos mates y emprendimos regreso.


Lunes 25

Cerca del mediodía, James, el chofer, pasó a buscarnos para ir a conocer Valle Hermoso, camino a Las Leñas.
Era un hombre charlatán; en todo el viaje no paró de comentar todo lo que conocía del lugar. Es de la clase de personas que siempre tienen un comentario para todo, aunque sólo le cuentes que te salió un barrito en la nariz o.
 En realidad le decíamos Mario porque al preguntarle su nombre nos respondió "Gómez”, y por más que le insistíamos nos volvía a repetir "Gómez", como si fuera agente secreto. Bond, James Bond. 

A veces pienso que nos toman de turistas japoneses y se aprovechan de nosotros. Como cuando en la ciudad nos cobró 170 pesos por llevarnos a conocer el dique, y sólo tuvo que salir de las cuatro cuadras del pueblo y se la pasó veinte minutos girando alrededor de la plaza.


            "Allí donde ven hacia lo lejos, varios soldados perdieron la vida al intentar cruzar a Chile, Aquí, se hacían trueques entre mendocinos y chilenos a cambio de ponchos y sombreros hechos con lana de chivito"-comenta Mario en tono sabihondo-
Entre nosotros parecería ser un hombre de mundo, aunque nos comentó que jamás salió de Malargüe.
           
Valle Hermoso nos deslumbró: los diferentes colores de las montañas, los lagos congelados.
Por otro lado no había una puta sombra alrededor, ni madera para poder cocinar o calentarnos por la noche.
Con nuestros escasos recursos, pudimos hacer fuego aunque a Marina, que estaba a cargo, se le pasaron los fideos y quedaron como engrudo. Juro que pensé en matarla.


Por la tarde fuimos a escalar la montaña en procura de que Pablo conociera la nieve.
Los primeros pasos fueron decepcionantes: el camino estaba empantanado y al ser mediados de enero la nieve se encontraba en la cima.
Nos siguió la primera subida, rodeada de espinillos y la superficie colmada de lajas filosas que dificultaban el ascenso.
Al llegar a la cúspide nos chochamos con una roca triangular de unos dos metros. Pablo al pisarla, se deshizo y cayó formándose una avalancha. Al llegar a la cúspide, la panorámica era increible. Sacamos fotos y regresamos luego de una merienda abundante para evitar el frío de la noche.


La temperatura descendió y nos dispusimos a hacer fuego. Compramos madera a precio de oro e hicimos municiones con sopa.
Al agotarse la última brasa nos dormimos profundamente.

         
Martes  26 

James retornó para llevarnos al Pozo de las Ánimas y más tarde a la Laguna de la Niña Encantada.
El Pozo de las Animas estaba formado por dos grandes pozos de cincuenta metros de profundidad, que fueron ocasionados por la erosión y el paso del tiempo.

Desde lejos, apreciamos una pequeña playa, pero lo empinado del camino dificulta su acceso. Dice el cartel de la parada que el uso que se le dió fue la de esconder los cuerpos de los prófugos que habían procurado fugarse cruzando la cordillera.



Ahora pasemos a la Niña Encantada. A pocos kilómetros se encontraba del Pozo de las ánimas.

"Súbansen hasta arriba, donde está la cruz, la pueden ver enfrente de la bruja que esta tallada”-señaló James con su habitual escarbadiente-

Era una figura escondida en la laguna a la que se le veían una suerte de forma abstracta donde podria figurarse las piernas y los brazos cruzados.
Marina se acercó unos metros entre las rocas y se inclinó con la ilusión de ver algo más de cerca.
Un puntapié en las nalgas la hubiese arrojado a la laguna, y de dar en alguna piedra, hubiese quedado inconsciente ahogándola de inmediato. Al rato Marina se puso de pie y me pidió que le sacara una foto.
Después de todo, no era tan profunda la laguna de mierda esa.






Miércoles 27

A la noche, tras un fingido derroche de lágrimas como despedida de nuestros compañeros que retornabas a sus hogares, nos dirigimos con Pablo al norte de Río Negro, Buta Ranquil, en compañía de dos geólogas que estaban bastante fuertes y que habíamos conocido en San Rafael. Compramos los pasajes y partimos al anochecer.
             

A diferencia de Valle Hermoso, nuestra caminata hacia el volcán El Tromen no estaba rodeada de arroyos, lo que no nos permitía recargar la botella.
Los rayos ultravioletas reventaban en nuestros deteriorados rostros y nos hicieron agobiante el viaje.

 El lugar exótico me sugirió una idea: con mis conocimientos de Televisión en el secundario podría hacer un programa al estilo "La aventura del hombre".
Me imagino:

 "Aquí nos encontramos en los Valles de Punilla, ante la presencia del fósil Anthemonium Phitecus.
Por la cantidad de rayas y el tamaño, notamos que provienen de la era Paleozoica”
¡Rayos y Centellas! ¡Recórcholis!

Tenía razón mi tía. Yo debería haber sido productor. Por ahí cuando termine con los arreglos de la casa haré algún curso.

Jueves 28 

De Chos-Malal, partimos para Zapala. El proyecto: Villa La Angostura, vía San Martín de los Andes. Llegamos a puerto a la medianoche, y nos hospedamos en el primer hotel.

"Hotel Residencia”, sino me acuerdo mal. Era tres estrellas, pero se le habían borrados dos.
El piso estaba mojado. Le habían puesto papel de diario arriba, y la humedad era intolerable. Las paredes estaban todas despintadas y la ventana tenía vista a un juntadero de porquerías de un herrero desquiciado.

Tomamos una ducha y bajamos a comer al restaurant del hotel. Como aún quedaba restos del anterior comensal el mozo pasó rápidamente a limpiar. Limpió con un trapo rejilla la mesa y nos sirvió un tentempié de aceitunas negras. Notamos que estábamos bajo otra cultura.

Al terminar la cena le preguntamos en joda al mozo, dada lo tétrico del lugar, por algún prostíbulo, casino.
Nos comentó de un taller literario, pero al momento estaba cerrado por falta de presupuesto.



Viernes 29 

Según mi reloj eran las 10:40am cuando desperté, debido a unos ruidos, que cuando estaba a punto de volverme a dormir, volví a escuchar.
Eran de grandes pasos, como de algún animal y se repetían de a intervalos. Pablo me preguntó si había algún volcán activo en Zapala, pero no sabíamos al respecto.
Mi corazón estaba en las 250, 300 pulsaciones por minuto y Pablo se escondía bajo la bolsa de dormir mientras este sujeto se acercaba hacia nosotros.

Se abrió de golpe la puerta y apareció una gorda. La dueña del hotel.
sus pómulos colorados, su cara redonda y sus ojos grandes llenos de ira. Tenía un vestido con lunares verdeoscuros que contrastaban con el negro de fondo. Parecía la flota norteamericana.

 Apenas abrió su bocota empezó a decirnos:"¿Estas son horas de levantarse? ¡Váyanse antes de que llame a la policía!
Rehicimos las mochilas y bajamos las escaleras mientras nos seguía con escoba en mano gritándonos.


Sábado 30

Nuestra última parada fue Villa La Angostura donde nuestros recursos se nos agotaron.






















Voces (del más allá)





Fue un domingo a la madrugada. Estaba recostado en el sofá de la pieza, frente a la chimenea, cuando escuché una voz tenue al oído:

“Las almas que vigilan el barrio de Caballito no trascienden la amabilidad del ser humano. Alicia tiene problemas de la cintura, un pequeño desajuste.”

Fue la primera vez que la oí. Empezó como un murmullo lejano y tumultuoso, luego se fue acercando hasta que estalló en un grito ensordecedor.

Nunca me animé a contárselo a nadie. Tal vez por vergüenza  a que me tomaran por loco.

Me costó conciliar el sueño. Por algo en particular me recordaba a mi tío Alberto, el ferroviario.


Un mediodía de otoño me encontraba acomodando la pieza cuando llamaron a la puerta. Fueron dos golpes secos y al hilo. Atendí. Era una señora robusta, de unos cuarenta años, pelo rojizo y ojos grises. Las manos le temblaban. Se recostó sobre el sillón y, tras una larga pausa, me comentó que tenía una extraña enfermedad que no lograban diagnosticarle.

Es cierto que yo había vivido unos episodios de percepción especial, como intuir sucesos que iban a producirse, o transmitir calma a personas angustiadas. 

Su situación me conmovió. Me observó a los ojos, desanimada. La acompañé hacia la puerta. Al llegar me observó a los ojos, con una mirada profunda y penetrante y me dijo: “Gracias por escucharme”. Por costumbre, indagué “¿Su nombre, señora?”

Lo último que escuché fueron las trompetas de los vendedores de churros. Y allí me desmayé. No recuerdo más nada. “Alicia”, fue lo último que escuché.


Con dificultad lograron restablecerme. Todo parecía un sueño. Poco a poco fui recuperando el sentido y recordando desordenadamente los hechos.
Entramos  a la pieza. Le revisé la columna vertebral y le tiré el cuero. Se reincorporó como una equilibrista con una sonrisa de par en par. Era precisamente eso lo que tenía. 

“Nunca le podré devolver lo que hizo por mi”- mencionó-






Empecé por redecorar el taller del viejo: Compré unos sahumerios,  música hindú y por último coloqué un aviso: “Pacifista del Alma. Apoyo psicológico. Consultas Existenciales".



Por la noche me levanté sobresaltado, debido a un extraño ruido. Me acerqué con cuidado hasta apreciar un hálito de voz que me zumbó los tímpanos:

“Hubo una vez un profeta, en el pueblo de Israel, que caminaba a lo largo del desierto en busca de divulgar la fe. A mitad de camino se perdió y cayó víctima de  deshidratación. El muy pánfilo no tenía GPS”

La voz pareció alejarse pero reapareció:



Navidad





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Cuando Papa perdió el empleo en el ferrocarril nos dijo que aquel año íbamos a festejar la navidad en familia como ninguna otra. 

En casa éramos  muy pobres. Solo recuerdo, no sin dificultad, a algunos de ellos:
Mis padres Pochenka y  Leon, mis hermanas Davidenka y Torkiev y mi abuelo Anatoly. 

Con mis hermanos admirábamos al abuelo por su jovialidad y carisma. Se ufanaba de las mujeres bellas que había conquistado y de su cuerpo privilegiado.

Mis padres trataban de disimular la pobreza en la que vivíamos a diario. 

Pero lo que más nos causaba admiración, era la comida que mi madre y la abuela Pochenka cocinaban con tanto amor y ternura: huesos que mi padre traía del cementerio que condimentaba con ensalada de yuyo, barro y brea y un leve toque de alcanfor o, en su defecto, talco ortopédico)

Masticábamos aquellas legumbres fibrosas sin quejarnos. 


Suplemento ecónomico





Novedades de Abril

Luego del sensacional y exitoso best-seller “Como ser un mejor empresario” ha llegado por fin el libro que todos los pequeños y grandes empresarios esperaban con ansias. Nos sorprende una vez más Keith Morgan con su nuevo libro “Eficiencia organizacional e ineficiencia higiénica” desvelando los secretos del mundo empresarial.
A modo de prólogo Morgan comienza preguntándose:
¿Cómo se logra incentivar a los empleados y a la vez satisfacer sus necesidades personales?, ¿Cómo maximizar beneficios y reducir los costos?, ¿Cómo pagaré mi hipoteca?

Relación personal-empresa


Debemos tomar la empresa como una familia y no como un ente abstracto que no tiene vida propia. Por ello el personal debe sentirse identificado dejando el alma si es posible.
Tomemos el caso de John Balladish de IBM Corporation, Irlanda:

“Yo era ascensorista del edificio y a pesar de mi empleo no lograba mantener la pensión de mi madre. Un día el correo se había traspapelado y decidí llevarles la documentación yo mismo . Luego de haber solucionado el conflicto burocrático en agradecimiento me dieron café. Recuerdo que no pude con mi genio y les quise mostrar una forma de hacer submarino que había aprendido de mi abuelo. Los jefes del departamento quedaron impactados con el sabor y decidieron darme un puesto en la empresa tras haber escuchado mi precariedad económica.
Ahora, al cumplir mi segundo mes, me ascendieron a gerente de relaciones públicas de Sudamérica”

Crecimiento de la Producción

Muchos empresarios tras el éxito de mi primer libro recurrieron a mí con preguntas acerca del aumento de producción y de cómo incentivar al personal. Aunque no recuerdo que les respondí (ni cuanto les cobre) el siguiente caso nos aportara seguramente algún dato:
Thomas Sheridan, gerente comercial de Mc Donalds no lograba aumentar la producción especulada. Thomas se encontraba realmente desesperado teniendo en cuenta que no sólo estaba en juego el futuro de la empresa sino también su propio pellejo. En un estado de locura, tras haberse tomado seis Rivotril, por fin Thomas dió en el clavo. Al día siguiente a primera hora reunió al personal y les comentó:

“Trabajarán 16 horas al día y se los mantendrá a raya con un mechero bunsen en caso de bajas en el rendimiento, desinterés o renuncia”
En poco tiempo la producción no sólo alcanzó lo propuesto sino que la superó en un 20%.
Más adelante expondré los detalles de como se aumenta la producción en un 60% brindado una docena de medialunas de grasa todos los jueves, y de como incluso se la duplica con amenazas a familiares.


Flexibilidad Laboral

Al día de hoy las empresas han resuelto ser más flexibles y dejar a los empleados elegir sus propios horarios. Se logra de esta forma un plus de estado de ánimo más propicio para el trabajo. Es preciso señalar que el empleado generalmente se siente cansado de la monotonía de su trabajo. En términos vulgares, comentan psicólogos especialistas, se sienten “estancados”, y en la mayoría de los casos buscan nuevas experiencias en otros empleos. Para evitar este inconveniente recomiendo el constante cambio de roles.
Varias empresas decidieron innovar en este sentido. Sito el caso de SDV Logistics:

“Un jefe de finanzas pasa al área de relaciones públicas, luego como cadete, más tarde al área de Calidad y por último limpia retretes”

Requisitos para ser Telemarketer



1- Baja autoestima

2- Ver punto 1